Compartir

Columna Alfa, Beta y Gama

Desde que el apellido Gallardo hizo anclaje en la política potosina en trincheras del extinto perredismo y ahora en el Partido Verde Ecologista, convirtió la escena local en un tablero de ajedrez, donde las jugadas con piezas Reina acabaron a cada uno de los alfiles, torres, reinas y reyes de los partidos contrarios, nombrados ahora como la Herencia Maldita.

Hoy, la política fraguada en San Luis Potosí se extendió a territorio nacional y la jugada avanzó para convertir a cada uno de los 14 Senadores del Verde en peones, que con defensa Caro-Kann crearon una cadena que logró frenar la voluntad Presidencial, y así imponerse para que la reforma constitucional contra el nepotismo entrara en vigor hasta el año 2030 y no en el 2027, como inicialmente se propuso.

La idea de esta jugada maestra que merece todo mi respeto, no es ocurrencia de este medio, sino que surge porque un reportero mencionó hoy miércoles 26 de febrero en la rueda de prensa matutina de la Presidenta Claudia Sheinbaum, que el cambio a la reforma obedeció, según mencionó por declaraciones del arrogante presidente de la Mesa Directiva de la Cámara del Senado de la República, Gerardo Fernández Noroña, «fue porque el gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo, desea que su esposa participe en el proceso por la sucesión en el gobierno en el 2027».

De ser así y que tal declaración llegue a ser cierta, atribuye una espléndida jugada planeada en San Luis Potosí que generó un efecto nacional con tales alcances que pone hoy en el olvido al Plan de San Luis, cuya consigna nacida en territorio potosino llevaba por lema el “Sufragio efectivo, no reelección”, encapsulando como principio fundamental la campaña de Francisco I. Madero, de quien en esta semana se celebra su aniversario luctuoso.

Esto realmente merece un aplauso, y no por lo que representa el contraste para el lema maderista, sino porque refleja una verdadera estrategia en el juego de la política que al día de hoy ya aplazó hasta el 2030 todo el escenario electoral a nivel nacional, lo que según impactaría en dos años y medio siguientes.

Estoy seguro que esos aplausos no vendrán de los morenistas potosinos, quienes han de estar con el cotilleo ardiente de coraje tras las decisiones tomadas por los 64 de sus compañeros en el Senado, quienes se vieron doblegados por los 14 de sus homólogos miembros del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México.

Morena en el Senado seguro vislumbró reducción a cenizas todas las reformas futuras que se deben de alcanzar por la mayoría calificada en una tambaleante coalición, de no hacerles caso a las exigencias hechas por la minoría de sus aliados ecologistas que según, le dieron espaldarazo a la estrategia de Ricardo Gallardo.

Ahora con esta modificación controversial que guardaba esta reforma y que tendrá un efecto constitucional hasta el año 2030, no podrá ser modificada bajo la ocurrencia de la promoción de una iniciativa local en San Luis Potosí que vaya contra la misma Constitución, como hoy mismo lo declaró la diputada morenista Nancy Jeanine García Martínez, cuya ingenuidad no es más que una propuesta al aire para justificar su alto salario.

Por otro lado, estaba de esperarse que frente a todo este escenario de jugarretas políticas, las traiciones al Verde Ecologista de San Luis pudieron ser venideras con la reforma original, porque al buscar declaración de regidores del PVEM en oposición a la administración donde no gobierna su partido, no se lograron obtener a especulación de que no querían incomodar a los gobiernos morenistas o ligados a la coalición PAN-PRI, para recibir beneficios y contratos por su silencio, a la espera de ver el efecto negativo que tendría esta modificación constitucional para el 2027 en San Luis Potosí, y que según ellos entorpecieran la continuidad del proyecto del Verde en lo local. Ahora saben que están equivocados y que quedaron mal con el Verde Ecologista potosino, el cual seguramente tomará más fuerza no gracias a ellos.

Era de esperar que la planificación de una jugada maestra de gran impacto y alcance nacional sólo pudo haberse hecho en San Luis Potosí, y eso lo supo perfectamente Francisco I. Madero en su momento y ahora lo sabe Ricardo Gallardo. Uno tenía en juego su libertad y sus aspiraciones a la banda Presidencial y el otro, la continuidad de un proyecto que dé manejo a una cifra no menor a los 408 mil millones de pesos, que representaría de recursos económicos para el erario estatal el próximo sexenio y, para ello, cualquier movimiento en el tablero, vale totalmente la pena.

Compartir

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here