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La casa de la familia Peña-Coss, ubicada en la colonia Cumbres, donde hace más de 15 años fueron asesinados por Diego Santoy Riveroll los hermanitos Erick Azur y María Fernanda, está siendo derrumbada por trabajadores de la construcción con apoyo de maquinaria pesada.

La vivienda que estaba marcada con el número 2909 de la calle Casino, en Cumbres, tercer sector, fue adquirida y habitada por otra familia con posterioridad al crimen; pero el peso de la tragedia que conmocionó a la población nuevoleonesa y de otros confines obligó a sus nuevos habitantes a deshacerse de ella, y en fechas recientes se observó la finca en completo abandono.

En 2020, «El asesino de Cumbres», logró que un tribunal colegiado del Tribunal Superior de Justicia de Nuevo León echara abajo una condena de 138 años dictada el 1 de octubre de 2011.

Incluso empezaron a contarse leyendas urbanas, por quienes dicen que alguien asegura haber visto que cerca de las ventanas se vio la imagen de un niño que tenía los rasgos físicos de Erick Azur.

Fue hasta esta semana que los vecinos del sector volvieron a ver movimiento en la casa abandonada; pero ahora no por parte de nuevos moradores, sino trabajadores que realizan labores de demolición, como si el inmueble tuviera algo que ver con el asesinato de los hermanitos Peña Coss, o como si con el derrumbe de la finca, también se pusiera un cerrojazo a la historia de sangre que se escribió el dos de marzo de 2006, en dicha zona de clase media al poniente de Monterrey.

Con información de El Universal.

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