Ayer domingo, San Luis Potosí vivió uno de sus episodios de mayor violencia en lo que va del mes, al registrarse, cuando menos, ocho asesinatos en la entidad en relación al crimen organizado.
La violencia comenzó el día de ayer cuando en los primeros minutos de la madrugada un grupo armado rafagueó el Kharma Club ubicado en Av. de los Artistas #150, frente al Parque de Morales; lugar donde se llevaba a cabo un concierto de La Factoría.
Ahí en el lugar quedaron lesionadas al menos cuatro personas, de las cuales dos de ellas perdieron la vida a causa de las heridas producidas por impactos de bala provenientes de un arma de fuego de alto poder.
En otro escenario distinto en el transcurso de la tarde de ese domingo, un elemento de la Policía Ministerial, identificado como «Jorge» fue asesinado de al menos 11 balazos en la colonia 5 de febrero en la región sur de la capital potosina.
Versiones extraoficiales apuntan que el hoy fallecido logró intercambiar disparos con sus agresores antes de caer muerto a un costado de un vehículo oficial de la recién conformada Fiscalía General del Estado.
Dichas fuentes aseguraron que el agente ministerial fallecido era cercana al director de la Policía Ministerial, José Guadalupe Castillo Celestino, quien aparentemente se encontraba a cargo de la seguridad de la familia del jefe ministerial; dato que aún no ha sido confirmado.
Más tarde, ese mismo día, fueron localizados los cuerpos de cinco personas asesinadas, en la comunidad de Los Matías, municipio de Villa de Zaragoza.
Las víctimas corresponden a tres personas del sexo masculino y dos más del sexo femenino, quienes fueron torturados hasta de recibir el impacto de bala en la cabeza que acabaría con sus vidas; hasta el momento no han sido identificados por agentes de la Fiscalía General.
Se presume que los asesinatos corresponden a una guerra entre cárteles de la droga que disputan la plaza de San Luis Potosí comenzada a principios de la administración estatal y municipal en turno. Hechos que también pudieran estar ligados a los supuestos cambios en el gabinete de seguridad pública; área que podría quedar a cargo de agentes federales a partir del mes de diciembre.