“Solo quería trabajar para pagar la operación de su hermanita” es lo que quería la joven Guatemalteca Santa Cristina García Pérez, de 20 años, la segunda de 10 hijos y quien se había convertido en el soporte familiar.
La pobreza extrema lo motivó ir por el sueño americano, lamentablemente perdió la vida en la masacre de Camargo, Tamaulipas, México.
Quería ganar dinero para apoyarme a mí y su hermanita, Ángela, de 1 año y ocho meses, quien padece de labio leporino”, explicó Olga Pérez Guzmán, 39, madre de la víctima.
La intención de Santa Cristina era trabajar duro para ayudar a su familia y pagar la cirugía de su hermanita para corregir el labio leporino.
Irse a Estados Unidos fue la esperanza para una mejor vida. El sueño no se cumplió. Terminó calcinada a pocas horas de cruzar la frontera entre México y Estados Unidos.
Junto con otras 18 personas fueron masacrados a manos de agentes del Grupo de Operaciones Especiales –#GOPES- de Tamaulipas.
