Con la detención de los sicarios que participaron en el ataque contra el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, se conoció que el ataque fue planeado con por lo menos tres semanas de anticipación.
De acuerdo con la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, los sicarios, provenientes de la Ciudad de México, Guadalajara, Guerrero, Nayarit, Chihuahua, Michoacán y Colombia, fueron organizados en cuatro células de siete integrantes cada una y concentrados en la Ciudad de México.
Un noche antes fueron llevados a distintos puntos de la ciudad a recoger el armamento, iban encapuchados para que no pudieran identificar los lugares que visitaban.
Durante la madrugada los distribuyeron en tres puntos donde planeaban atacar al secretario, el primero en Monte Blanco y Paseo de la Reforma en Lomas de Chapultepec, donde sucedieron los hechos; el segundo unos metros más adelante, por si el secretario esquivaba el primer ataque y el último punto en Hamburgo y Florencia en la colonia Juárez donde está la oficina del secretario.
En los vehículos que participaron en el ataque, además de armamento de todo tipo se encontraron inhibidores de señal de teléfono celular para que el equipo del secretario no pudiera pedir ayuda.
La camioneta desde donde dispararon al secretario con un arma Barret, le fueron colocados logotipos falsos de Grupo Carso, ya que la empresa negó tener un vehículo con esas placas o que alguna de sus camionetas fuera robada.
Desde hace más de dos meses, Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) recibió amenazas directas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). “Vamos a ir con todo”, referían.
