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El doctor Stefano Santacilia profesor de tiempo completo de Metafísica en la licenciatura de Filosofía en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades (FCSYH), realizó la Jornada Internacional de Cultura Violencia y Paz, en el marco de la V Semana académica, proyectando se convierta una tradición en el plantel.

En entrevista, comentó que el tema de la violencia es algo actual, sin embargo, la idea fue abordar desde la esperanza de la paz. Y explicó: “Ahora, la esperanza de la paz no es algo sencillo o simple en el sentido negativo de la palabra; se trató en reflexionar de las dinámicas comunes las que parecen más usuales para ver dónde se esconde el problema de una posible acción violenta y una falta de respeto”.

La Jornada Internacional de Cultura Violencia y Paz, comprendió tres conferencias, la primera relacionada a la traducción como momento de paz, “la traducción tiene algo ético, es pasar de una cultura a otra, pero este pasaje puede ser egocéntrico o etnocentrico. El trabajo del traductor siempre es de capacidad de respeto, esto para dar un ejemplo de los temas que están en el debate”.

Otra platica se enfocó a la lectura de los espacios de violencia, en la que se reconfigura la idea de espacio, “por ejemplo, una fosa clandestina reconfigura la idea cuando miramos a un paisaje natural, antes se veía como un espacio lindo ahora hemos descubierto el horror escondido. Esto nos lleva a una reconfiguración espacial en el imaginario”.

La última conferencia versó del cuerpo como algo fundamental para la construcción de un pensamiento de la paz. De qué manera entender el cuerpo con relación a lo que nos permite en la actualidad la tecnología.

Acerca del desencadenamiento de la violencia, el catedrático proveniente de la Universidad de Nápoles Federico II, en Italia, expresó: “En mi opinión, es banal, a veces la banalidad no es algo superficial; la violencia se desata en el momento que nos vamos cerrando, en que establecemos una jerarquía entre la posible injusticia que podemos soportar, y entonces la posición de indiferencia, desapego frente a la injusticia de otros genera una forma de violencia”.

Consideró que la violencia se desata en la banalidad de un encierro como si fuera la verdad la única, “de hecho, la cuestión de la violencia y la paz lo que hace es encajar en discusión la idea de verdad no abandonándola porque se desataría otra violencia como el relativismo absoluto”.

Finalmente, dijo que la Jornada Internacional de Cultura Violencia en esta edición se llevó bajo un marco filosófico. “La idea no es dar una solución ahora, estamos en un diagnóstico de búsqueda del corto circuito generado por la violencia. La violencia lleva dentro de sí una contradicción, el violento no tiene una justificación verdadera tiene justificación en su voluntad y allá mismo se puede encontrar el lugar donde se puede sembrar la semilla de la paz. La paz no es algo que se conquista, se construye”.

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